¿Por qué debes ver Il Divo de Paolo Sorrentino?

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Il Divo, filme italiano dirigida por el napolitano Paolo Sorrentino, galardonado como mejor director joven en el Festival de Cine en Buenos Aires, cuyo actor favorito ha sido Toni Servillo, quien justamente protagoniza El Divo, película biográfica del primer ministro Giulio Andreotti.

Giulio Andreotti, siete veces primer ministro de  Italia, uno de los máximos exponentes de la Democracia Cristiana, uno de los personajes más reconocidos de la política italiana, activo en el parlamento de aquel país desde los años 40´s. El filme de Sorrentino muestra un Andreotti duro, decidido, crítico y firme, pues comienza haciendo un enramado de personajes y situaciones, cuyo eje es el asesinato de Aldo Moro; refiere un Andreotti ligado a múltiples escándalos de corrupción y relacionados con la Mafia Italia.

La película transcurre entre dos puntos importantísimos, el primero es la entrevista con el periodista y la segunda es el monólogo sentado en una silla, intenso y lleno de arrogancia y cinismo.

Llama especialmente la atención aquella escena en la que aparece la frase atribuida a Indro Montanelli «mientras Gasperi hablaba con Dios, Andreotti hablaba con el cura», haciendo alusión a que este último en la iglesia hablaba no con Dios sino con el cura, pues éste si votaba, lo cual deja entrever la ambición y pasión que Andreotti tenía por la política, ya que ésta era su vida, pues como lo detalla el filme, Andreotti incluso los domingos se dedicaba a sus labores políticas.

Andreotti, tenía múltiples sobrenombres entre los que destacan Belcebú o “el jorobado”, o “el divo”, constantemente aquejado por cefaleas, de personalidad muy peculiar, lo cual se hace notar, en la parte del filme dónde se menciona que le pidió matrimonio a su esposa en un cementerio, dejando claro que no era poseedor de la cualidad de romanticismo.

A pesar  de haber conseguido ser siete veces primer ministro de Italia y pertenecer al parlamente como senador vitalicio, nunca consiguió ser presidente; además, el demócrata cristiano, fue acusado de colaborar con la Mafia Italiana de la Cosa Nostra, y del asesinato, entre otros, de Aldo Toro.

Los tribunales italianos, lo enjuiciaron, lo encararon, a lo que Andreotti mantuvo siempre la firmeza e impenetrabilidad que lo caracterizaba, las escenas que retratan ese momento, muestran un Andreotti imperturbable, firme e incluso pareciera cínico. Cabe resaltar que fue absuelto por todas acusaciones intentadas en su contra, mientras que otras tantas ya habían prescrito al momento del inicio de los procedimientos en su contra. Incluso, en el famoso juicio, un testigo aseveró que Andreotti besó en la mejilla a Salvatore Totó Riina “La Bestia”, jefe de la Cosa Nostra, siendo éste un gesto característico de la mafia.

Esta película nos ofrece una visión, extremadamente particular de Giulio Andreotti, pues lo describe como un hombre perseverante, imperturbable, muy inteligente y culto así como con una extraordinaria capacidad de concentración y resistencia, siempre inmerso en un sueño de gloria, pues sólo parece importarle el poder y parece ajeno a cualquier acto del exterior.

El filme nos permite adentrarnos en la cúpula de la política italiana, “perpetuar el mal para garantizar el bien”, resulta ser la consigna del personaje encarnado por Toni Servillo, Sorrentino nos da una visión panorámica de las entrañas del poder durante la época de Andreotti y como éste se entremezclaba la Cosa Nostra.

 

Aldonza Lorenzo

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